lunes, marzo 13, 2006

EL ARTE DE LA PRUDENCIA. BALTASAR GRACIÁN (I)

No apasionarse: la señal del más elevado espíritu. Su misma superioridad le libra de la esclavitud a las impresiones pasajeras y comunes. No hay mayor señorío que el de sí mismo, de las propias pasiones. Es el triunfo de la voluntad. Y si la pasión puede afectar a lo personal, nunca alcance lo laboral, y menos aún cuanto mayor sea. Esta es la forma inteligente ahorrar disgustos y de lograr reputación pronto y fácilmente.

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