Ídolos sexuales de los jóvenes. Hoy: Bonobos

Ahora que ustedes y yo estamos enamorados (no entre nosotros, sino de otra gente...bueno, algunos), ahora que la primavera despierta, aún más, nuestra urgencia sexual y que, aunque está todo el día jarreando, la tele sigue diciendo que la pertinaz sequía asola Ejpaña, ahora, como decía, que el amor está en el aire, quiero hablarles de los Bonobos....o monos folladores.

Se trata de un primate que pertenece a la familia de los chimpancés. Se le conoce también como "Chimpancé pigmeo" (pero matón como podrán comprobar) y su denominación científica es Pan Paniscus (no se dejen engañar por el nombre, no es un producto de bollería, es una sex-machine guerópa).

Lo que hace tan simpático al Bonobo, o tan próximo a comportamientos como los que nos gustaría tener a nosotros, es que, en sus clanes, el sexo es la piedra angular sobre la que se basan sus relaciones sociales: no solo lo utilizan para definir los roles dominantes si no también como moneda de cambio, para conseguir comida o favores, como saludo, para dirimir conflictos o como simple entretenimiento. A veces, incluso, para reproducirse. Es significativo el hecho de que sus grupos son matriarcados lo que hace que la violencia intergrupal sea significativamente más baja. Claro que, utilizan unos métodos de lo mas disuasorios: en ocasiones, ante una pelea de machos, las hembras calman los ánimos manteniendo relaciones sexuales con los contendientes...sería tan bonito si esto se diera en los bares que frecuentamos...

Otro elemento simpático de estos sátiros peludetes es que son los únicos primates no humanos que realizan todo tipo de actividades sexuales, no limitándose solo al coito : masturbación, sexo oral, petting, besos con lengua, relaciones homosexuales o penetración al estilo misionero...como verán, más variedad que la de muchos de sus parientes el sábado noche.

Yo, por mi parte, creo en la sociedad Bonoba y rezo para que, en un futuro próximo, evolucionen y se hagan con el poder, un poco al estilo El Planeta de los Simios. Otro gallo le hubiera cantado a Charlton Heston en esas circunstancias...a lo mejor no hubiera tenido tanta prisa en fugarse.